Como balde de agua fría cayó el anuncio del aplazamiento del evento musical a los propietarios del centro vacacional Playa Hawai, quienes en días anteriores habían tenido comunicación con los organizadores del Jamming. Desde hace al menos 20 días, los Casallas, en cabeza de Alejandro Cazallas, habían tomado en arrendamiento el lugar y quedaron con el control del terreno tal y como quedó establecido en el contrato de arrendamiento firmado entre las dos partes.
«Esta mañana en horas de la madrugada recibimos con asombro la noticia del aplazamiento del Jamming Festival el cual se iba a llevar a cabo en nuestras instalaciones…. En la cláusula quinta de dicho contrato se nos exonera de cualquier tipo de responsabilidad. Sin embargo, por el profundo amor que le tenemos a esta región empatizamos con la tristeza y la consternación que muchas personas sienten en este momento, esta situación victimiza a miles de personas incluyendo a los empresarios que le apostamos al Jamming Festival».
Aunque las pérdidas que enfrentan todos los renglones de la economía que se prepararon para recibir a más de 150.000 personas en la ciudad, enfrentarán perdidas millonarias. Los organizadores hicieron un llamado al empresariado para unirse y promover eventos propios que fortalezcan el surgimiento de Ibagué como región.
«Sabemos de nuestros colegas del sector turístico que se prepararon con antelación para recibir a los asistentes del Festival, aprovechamos este comunicado para hacer un llamado a la unión y salvar la economía de los ibaguereños, apoyando los emprendimientos que estaban listos para vender sus productos.
Nuestra región ha pasado por situaciones muy difíciles a través de la historia y esta vez tenemos que demostrar de qué estamos hechos para sacar adelante la imagen de nuestra ciudad y de nuestras entidades gubernamentales. Recibamos a los turistas y mostrémosles que Ibagué y su gente es mucho mas que el Jamming festival».
