Colombia en la segunda guerra Mundial
Era el año de 1939, en Europa se armaba la segunda Guerra Mundial, y a miles de kilómetros una nación de Suramérica se alistaba para elegir de qué lado iba a estar.
Para esos años ya Colombia tenía una relación con Estados Unidos, relación sólida que venía de las épocas de la separación de Panamá y la indemnización que recibió Colombia por “ceder” el istmo.
Ahora si se va más atrás, ya desde 1860 el expresidente Pedro Alcántara Herrán le solicitó ayuda militar a Estados Unidos para salvar al gobierno del ataque de Tomás Cipriano de Mosquera.
Teniendo en cuenta esto, era claro para donde iba a tomar el “apoyo” de Colombia en este conflicto bélico.
Y fue de manera oficial el 1 de septiembre de 1939, que el entonces presidente de la república Eduardo Santos en una alocución radial dejó claro que por el estrecho entendimiento con los países americanos, era necesario ser uno solo por la defensa de la democracia y del continente y se declaraba en neutralidad, que era la decisión que también tomaba Estados Unidos, Colombia sería neutral hasta que Estados Unidos así lo hiciera.
Con el recrudecimiento de la guerra, específicamente en Polonia donde Colombia tenía representación diplomática, el país negoció con el gobierno alemán para permitir la salida de los funcionarios colombianos de Varsovia.
Para finales de septiembre y principios del mes de octubre de 1939 se llevó a cabo en Panamá una conferencia de cancilleres de América donde se discutiría además de todas las naciones de este lado del hemisferio el papel de Colombia en la guerra, eran varios los temas a discutir como por ejemplo qué hacer cuando un submarino o buque involucrado en el conflicto europeo, este por las costas de los países neutrales, cual serian los procedimientos a seguir. Y otros temas como económicos con el temor de una crisis económica a raíz de la guerra.
Para el lunes 2 de octubre se aprobó “La Declaración de Panamá” donde se estableció que todo el continente americano sería una zona de seguridad, a las naciones participantes de la guerra se les prohibió adelantar hostilidades en dicha zona, permitiendo así que los barcos de carga o pasajeros de cualquier nacionalidad que recorrieran mares de naciones en América no estuvieran en peligro.
Cada país se comprometió a resguardar las costas, en algún caso se llegó a acuerdos para patrullar de manera conjunta con el fin de evitar presencia de beligerantes en los mares neutrales.
Colombia tenía la responsabilidad de cuidar prácticamente el acceso al canal de Panamá, este era uno de los puntos apetecidos por los Nazis, la ayuda de Estados Unidos no se hizo esperar ya que era frecuente la presencia de submarinos alemanes en costas colombianas.
Fue solo hasta que se presentaron acciones hostiles de los alemanes contra embarcaciones colombianas, tres goletas que fueron las que fueron atacadas, la goleta Resolute que hacía el recorrido entre Cartagena y la isla de San Andrés fue atacada el 6 de junio de 1942 cerca de Providencia, seis ocupantes sobrevivieron, luego el 22 de julio la goleta Roamar que viajaba también entre San Andrés y Cartagena fue atacada con un saldo de 22 personas desaparecidas. Y para el 17 de noviembre otra goleta llamada Rubby fue hundida cuando viajaba a Panamá, fueron 2 personas fallecidas.
Eso para los ataques a los navíos de bandera colombiana, porque existieron otros como el caso del vapor Flora de bandera holandesa que fue atacado por dos submarinos alemanes a pocos kilómetros de las costas de Riohacha.
Fue ahí que el gobierno colombiano tomó medidas, y es solo hasta el 27 de noviembre de 1943 que se declare el estado de Beligerancia contra Alemania, se prohíbe el uso público del idioma alemán, y se identifica a los extranjeros con nacionalidad de los países del eje y se concentran en el hotel Sabaneta de Fusagasugá y en una casa de Cachipay, allí fueron a parar cerca de 100 ciudadanos entre alemanes, italianos y japoneses, señalados de ser simpatizantes del régimen nazi. Los detenidos tienen un excelente trato al tener comidas, piscina, bar para tomar cerveza y no tienen que trabajar, irónicamente mayores comodidades que las víctimas de los nazis.