
Flaminio Loaiza Quiñones, representante de la Junta de Acción Comunal de la vereda San Miguel de Coyaima denunció que hace 10 años el ICBF invirtió en un centro de bienestar para los niños que dejó abandonada y nunca inauguró ni entregó al municipio ni a la comunidad.
«Hemos tomado la decisión de escribir a la Contradoría, a la Defensoría, a la Personería, a la Fiscalía, para que por favor nos ayuden y nos apoyen, qué ha pasado y le pedimos una veduría para que los entes de control tomen una pronta solución», explicó el líder indígena.
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Señaló que la no puesta en marcha de la obra está «perjudicando a nuestros niños». «No hay un lugar adecuado para ayudar a nuestros niños, donde le pedimos la colaboración a los entes de control, donde pues les hago llegar también esa carta por medio de 136 firmas de mi comunidad, donde piden y reclaman esta obra», sostuvo.
Mencionó que la obra abandonada tuvo un valor de 682 millones. «Nos preocupa esta obra, necesitamos hacerle mantenimiento, porque se está deteriorando y este elefante blanco son 10 años que lleva allá, entonces por favor ayúdenos», puntualizó.
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