
La incertidumbre y el miedo se han apoderado de la familia de Daniela Cárdenas Rojas, una adolescente de 16 años que desapareció el pasado 27 de marzo en Ibagué. Desde esa noche, su madre, Alejandra Rojas, no ha vuelto a saber de ella y cada día que pasa la desesperación aumenta.
Lo que comenzó como una salida con una amiga, se convirtió en un misterio rodeado de dudas y contradicciones, en el que incluso han surgido llamadas extorsivas que han puesto a la familia en alerta.
Un rastro que se desvaneció en la noche
La última vez que Alejandra Rojas habló con su hija fue a las 5:30 p.m. de ese jueves. Daniela le aseguró que estaba en casa haciendo tareas. Sin embargo, poco después, al intentar comunicarse nuevamente con ella, su teléfono estaba apagado.
A las 11:30 p.m., cuando la madre llegó a casa después de su jornada laboral, encontró a su hijo menor solo y con hambre. Fue entonces cuando supo que algo andaba mal.
«Me dijo: ‘Mami, tengo hambre’. Le pregunté si su hermana le había dado comida y me dijo que no, que ella había salido a hacer una tarea, pero no volvió», relató la madre con angustia.
La primera reacción fue preguntar en la portería del conjunto residencial, pero los vigilantes afirmaron no haber visto salir ni entrar a Daniela. Luego, intentó contactar a la mejor amiga de su hija, quien en un principio no respondió. Fue al día siguiente cuando la joven finalmente confesó que sí había estado con Daniela, pero que esta se alejó diciendo que estaba aburrida y quería irse.
Desde entonces, no hay más información sobre su paradero.
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Las llamadas que aumentan el temor
Mientras la incertidumbre crecía, la madre de Daniela comenzó a recibir llamadas inquietantes. Desconocidos aseguraban tener a la joven y le exigían dinero por su liberación.
Sin embargo, Alejandra teme que se trate de una extorsión por parte de delincuentes que se aprovechan de la situación, una táctica cada vez más común en estos casos.
«No sabemos si realmente la tienen o si solo quieren jugar con nuestro dolor. No hemos recibido ninguna prueba de que esté con ellos, pero el miedo es enorme», explicó.
Ante la gravedad de la situación, acudió a las autoridades, incluyendo la Policía y el Bienestar Familiar, pero hasta ahora no ha recibido respuestas concretas sobre los avances en la búsqueda.
«Nos dijeron que si sabíamos dónde estaba, podían intervenir, pero no sabemos nada. No hay pistas, no hay testigos, no hay cámaras que nos den una idea de qué pasó con mi hija», expresó con desesperación.
¿Huye o fue retenida?
Uno de los aspectos que más inquieta a la familia es que Daniela no tiene antecedentes de ausencias prolongadas ni de conflictos en el hogar.
«Ella no es de irse sin decir nada. Estudia y pasa la mayor parte del tiempo en casa», enfatizó su madre, desmintiendo cualquier teoría de una fuga voluntaria.
El hecho de que la portería del conjunto residencial no haya registrado su salida también siembra dudas sobre cómo y con quién pudo haber salido realmente esa noche.
Un llamado urgente a la comunidad
A medida que los días pasan sin respuestas, la familia de Daniela Cárdenas Rojas ha intensificado la búsqueda y ha hecho un llamado a la comunidad para que cualquier persona que tenga información sobre su paradero se comunique de inmediato.
El número habilitado para recibir información es el 3043944550.