Nacional

Descubierta mafia Israelí responsable de explotación sexual de mujeres y niñas en Colombia

 

La crueldad de una práctica criminal que ha sacado provecho ilícito de las necesidades 
económicas y la ingenuidad de las niñas y adolescentes volvió a quedar en evidencia con la identificación y ubicación de una red conformada por ciudadanos israelíes, que contactaba a jóvenes colombianas para explotarlas sexualmente con fines comerciales y someterlas a vejámenes.
La capacidad investigativa de la Fiscalía General de la Nación y la Policía Nacional, a través de la Dijin – Interpol, permitió detectar a cada uno de los presuntos integrantes de esta estructura internacional que vendía planes turísticos para conocer Medellín, Cartagena, Santa Marta y Bogotá, que lejos de promocionar los atractivos culturales e históricos en estas ciudades ofrecía 
innumerables actividades de tipo sexual con menores de edad. 
Los elementos de prueba dan cuenta que los paquetes eran promocionados exclusivamente entre nacionales de Israel, la mayoría empresarios y hombres que terminaban su servicio militar obligatorio en ese país. A su llegada a Colombia, los extranjeros cumplían tours en hoteles, hostales, fincas y yates, asistían a fiestas privadas de música electrónicas y diversos escenarios 
en los que primaba la esclavitud sexual de menores de edad, jóvenes y mujeres, y el consumo de licor y droga.
Capturas
El andamiaje ilegal de esta estructura de proxenetismo fue descifrado luego de dos años de indagaciones, en los que fueron recibidos 21 testimonios de víctimas y realizadas 45 actividades de campo, algo más de 20 inspecciones judiciales, búsquedas selectivas en bases de datos y controles técnicos a las comunicaciones de los ciudadanos israelíes, entre otro centenar de técnicas avaladas judicialmente.

Con abundante material probatorio y a solicitud de la Fiscalía se hicieron efectivas 8 órdenes de captura en diligencias simultáneas realizadas en Santa Marta, Medellín, Cartagena y Bogotá. Seis de los detenidos son israelíes, entre ellos uno de los señalados cabecillas, Mor Zohar; y dos colombianos, uno es un policía que, presuntamente, entregó información privilegiada de los operativos. Los otros ocho ciudadanos israelíes tienen órdenes de captura con Circular Roja de Interpol.

Los capturados son:
• Bogotá: Dos israelíes y una mujer colombiana 
• Santa Marta: Dos israelíes y un colombiano
• Medellín: Un israelí que fue puesto a disposición de Migración Colombia 
• Cartagena: Un israelí
Adicionalmente, fueron realizadas diligencias de registro y allanamiento a varios de los bienes que figuran a nombre de los presuntos proxenetas como el balneario Benjamin, en Taganga – Santa Marta; un inmueble conocido como Hotel Casa Medellín, ubicado en esa capital; y el hostal Casa Iftach, en Bogotá.

Las mencionadas propiedades habrían servido de hospedaje exclusivamente a turistas israelíes y sus administradores, al parecer, auspiciaron la explotación 
sexual de niñas y adolescentes, y el consumo de estupefacientes.

Antecedentes

La investigación que permitió detectar esta aberrante forma de esclavitud de niñas y adolescentes, y dar con sus responsables, comenzó el 15 de junio de 2016. Ese día, en el barrio Simón Bolívar de Medellín, fue asesinado el ciudadano de Israel Shay Azran, y las primeras versiones indicaron que el crimen habría sido ordenado por otro israelí y estaba relacionado con diferencias económicas por la venta de algunos apartamentos en la ciudad.

La Fiscalía y la Dijin – Interpol establecieron que el presunto determinador del asesinato era un hombre identificado como Assi Ben Mush, quien según los reportes migratorios registraba
ingresos a Colombia desde 2009. Este exmilitar fue capturado en Holanda por tráfico de 
estupefacientes en 2003 y tiene varios procesos en Israel por narcotráfico y trata de personas. 

Con la información obtenida se hizo un rastreo de las actividades del extranjero y se descubrió 
que era el propietario del hostal Casa Benjamin, ubicado en Taganga – Santa Marta, y que tendría participación en otros alojamientos en Cartagena; también se constató que sería uno de los coordinadores de los planes turísticos con fines sexuales, organizador de polémicas fiestas electrónicas convocadas por redes sociales y presunto cabecilla de la red de israelíes.

En noviembre de 2017, Assi Ben Mush fue expulsado de Colombia por realizar encuentros 
masivos sexuales con drogas y alcohol, en Casa Benjamin de Santa Marta; sin embargo, su actuar ya estaba al descubierto, al igual que sus principales cómplices, colaboradores y maniobras ilícitas para lucrarse.

El repudiable esquema criminal

En las investigaciones se conoció que el máximo cabecilla de esta red de proxenetismo sería el ciudadano israelí Benyamin Mush, quien ha ingresado esporádicamente al país para supervisar el negocio ilícito y recibir cuentas de sus socios, Assi Ben Mush, Itay Senior y Mor Zohar. Hay evidencia de sus movimientos a países de Centroamérica y Suramérica en los que tendría estructuras de explotación sexual, trata de personas y venta de estupefacientes similares a la que constituyó en Colombia, por lo que Interpol lo declaró objetivo de alto valor.
El esquema criminal constituido en ciudades como Santa Marta, Bogotá, Medellín y Cartagena tenía una apariencia de legalidad, porque en el papel los supuestos integrantes de la organización creaban empresas de turismo, montaban establecimientos comerciales como hoteles, hostales y balnearios, y registraban gran parte de sus actividades comerciales.

Aparte de esa fachada que empezó a ser diseñada hace seis años, los presuntos proxenetas ubicaban niñas y adolescentes en etapa escolar, con dificultades económicas o problemas de descomposición familiar para reclutarlas e inducirlas a la explotación sexual comercial. 

Paralelamente, organizaban encuentros masivos sexuales, fiestas electrónicas y otros actos privados en los que eran sometidas las menores víctimas, en medio del consumo de 
estupefacientes. 
Los testimonios obtenidos revelaron que las menores de edad recibían entre 200 mil y 400 mil pesos por soportar los vejámenes de los turistas israelíes y eran obligadas a hacer parte de un grupo en WhatsApp al que llamaban “ Purim” , nombre que recibe una festividad judía.

Ese canal de contacto era creado en cada ciudad por los cabecillas de la estructura y servía de mecanismo de presión e intimidación, y para convocar a niñas y adolescentes a fincas y hoteles frecuentados por turistas israelíes.
La Fiscalía y la Dijin – Interpol establecieron que las rentas ilegales obtenidas de la explotación 
sexual comercial eran invertidas en sociedades y compra de inmuebles, por lo que se configuraría una continua operación de lavado de activos en la que se buscaba dar visos de legalidad a los dineros producto de una conducta criminal.
Precisamente, en las indagaciones se constató el inusitado incremento patrimonial de los 
señalados integrantes de la red de proxenetas que, en casi seis años, aumentaron sus ganancias en 7 mil millones de pesos sin justificación ni soporte alguno. Por ejemplo: la acelerada evolución económica de Assi Ben Mush entre 2011 y 2017. Pasó de 379 millones de pesos de ingreso  promedio anual a 3.400 millones de pesos.

Delitos 
Los 8 capturados en la denominada operación Sodoma serán presentados ante un juez de control de garantías en Medellín (Antioquia) y la fiscal de conocimiento les imputará cargos por algunos de los 14 delitos identificados, entre ellos:
• Homicidio agravado
• Concierto para delinquir agravado
• Tráfico, fabricación y porte de estupefacientes
• Inducción a la prostitución
• Proxenetismo con menor de edad
• Estímulo a la prostitución de menores
• Turismo sexual
• Lavado de activos
• Enriquecimiento ilícito
Contra los demás ciudadanos israelíes que harían parte de la red se mantendrán las órdenes de captura y la alerta internación para su ubicación y captura.

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