Devastación en el barrio San Pedro Alejandrino: damnificados claman por ayuda y reubicación
En medio de pérdidas totales, una de las afectadas, Luz Camacho, madre cabeza de familia, relata con angustia cómo lo perdieron todo y clama por una reubicación urgente para evitar futuros riesgos.
El dolor y la angustia se apoderaron del Barrio San Pedro Alejandrino después de que un tubo de aguas negras colapsara durante el fin de semana, desencadenando una serie de inundaciones y daños estructurales en varias viviendas. En medio de esta tragedia, los residentes se encuentran en una situación desesperada, enfrentando la pérdida total de sus hogares y pertenencias.
Una de las voces que se alzó para compartir su testimonio fue Luz Camacho, una madre cabeza de familia que vivió en carne propia los momentos de terror causados por la emergencia. «Sobre las 4:00 a.m. del domingo se reventó un tubo de aguas negras dentro de la casa y acabó todo», relata con voz entrecortada. «Nos quedamos en la calle de nuevo, yo vivo con dos hijas y no tenemos nada».
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Luz, junto con otras familias del barrio, se vio sorprendida por el desastre natural mientras dormían, y la rápida inundación provocó que perdieran todas sus posesiones en cuestión de minutos. «Fui testigo de cómo todo lo que habíamos construido durante años desapareció frente a nuestros ojos», lamenta. «Perdimos nuestros muebles, nuestras pertenencias, todo lo que teníamos».
Para Luz y su familia, esta no es la primera vez que enfrentan una tragedia de esta magnitud. «He pasado varias calamidades y quisiera que me ayudaran a reubicarnos en alguna parte mejor», ruega con desesperación. «Estar en esta zona es poner en peligro la vida de mis hijas, necesitamos un lugar seguro para vivir».
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La situación en el Barrio San Pedro Alejandrino es desgarradora. Tres viviendas sufrieron caídas de muros, mientras que otras fueron completamente inundadas, dejando a las familias sin nada más que lo que llevaban puesto. «No nos quedó nada, quedamos con lo que teníamos puesto y no contamos con nada más», lamenta Luz, reflejando el dolor y la incertidumbre que enfrentan.
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Ante esta situación devastadora, la comunidad se ha unido para brindar ayuda a Luz y su familia. Se ha habilitado un Nequi para que aquellos que deseen colaborar puedan hacerlo, ofreciendo un rayo de esperanza en medio de la oscuridad. «Apreciamos cualquier ayuda que podamos recibir en estos momentos difíciles», expresa Luz, con la esperanza de reconstruir sus vidas después de la tragedia.
