El fin de la era Santos
El próximo martes será 7 de agosto, fecha patriótica en la que celebramos aquella batalla realizada en Boyacá en 1819 que concluyó la campaña independentista iniciada en el remate del siglo XVIII. Pero, además, toma posesión como nuevo Presidente de la República el Dr. Iván Duque, el mandatario número 117 de la historia de Colombia.
Sin embargo, más allá de las expectativas que rodean el gobierno entrante, este 7 de agosto tiene una connotación especial, pues representa el fin de los dos periodos de gobierno del presidente Santos; ocho años que sin duda, quedarán grabados en la memoria reciente de nuestro país.
A Santos le tocó, por ejemplo: La baja internacional del precio del petróleo de más de 100 dólares el barril que llegó a estar en 27 dólares; un paro camionero que duró más de un mes, dos temporadas del fenómeno del niño, cuyo intenso verano afectó el país; dos temporadas del fenómeno de la niña, de lluvias imparables y avalanchas como la de Mocoa; un paro agrario larguísimo, un paro de profesores de más de un mes, una inesperada inmigración de venezolanos, un paro de Avianca de más de dos meses, un crecimiento del número de disidentes de la guerrilla, una oposición radical obstinada a atacar el acuerdo de paz con las Farc, las conversaciones con el Eln, la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), la ley de tierras, etc.
Fueron situaciones complejas que su gobierno supo sortear. A pesar de eso, se le deben aplaudir sus aciertos y condenar sus errores; como el caso de la mermelada, donde se asumió una actitud de despilfarro del erario público para costear su reelección, sin tener en cuenta la difícil situación económica que se atravesaba por cuenta del precio de petróleo o la filtración de dineros de Odebrecht en su campaña.
Pero, a mi juicio, su principal avance, fue el haberle insistido al proceso de paz. Apostarle a que no existieran más muertes a causa de un conflicto armado que duró más de 60 años con una guerrilla que fue la más violenta y peligrosa de Latinoamérica, y dentro de las tres más peligrosas del mundo. Intentar dejarnos una nación en paz, es el legado más importante que nos deja Juan Manuel Santos.
Nota. Es esperanzador el nuevo gabinete conformado por el presidente Duque. Un equipo joven, integrado por personas que representan las regiones y de una gran estructura académica. Son ellos los que tendrán la responsabilidad de sacar adelante el país, confío en que así sea.
