El debate de los candidatos a la Alcaldía de Ibagué realizado por Noticias Caracol en la ciudad de Ibagué desató un mar de críticas y elogios entre algunos candidatos de la capital tolimense. Uno de los que más aceptación tuvo dentro de los contendientes, fue Didier Fabian Blanco, quien posterior al evento televisado a nivel nacional habló con Don Tamalio para entregar detalles acerca de su candidatura y de las acciones de quien, en otrora fuera su compañera de trabajo Johana Ximena Aranda.
Blanco hizo públicas sus acusaciones en contra de su rival, señalándola de usar la USI (Unidad de Salud de Ibagué) para asegurar su victoria en las elecciones municipales.
Comenzó la entrevista enfatizando su enfoque es tener una campaña electoral novedosa y original, destacando su compromiso con la transparencia y la honestidad: «No, pues la campaña de nosotros ha sido marcada por una campaña original, una campaña totalmente novedosa, yo no me metí en esto, Don Tamalio y Miguel, para hacer lo mismo que hacen todos, yo me metí en esto fue para de verdad tratar de llegarle al corazón de las personas para poder ser su próximo alcalde, he sido el único candidato que se sometió a la prueba del polígrafo para demostrarles que no le debo nada a nadie, que detrás de mí no hay nadie, que arriba mío está Dios y delante de mí está la gente, les ha gustado nuestra propuesta, y obviamente pues todos quieren, todos quieren con Didier.»
Ante la pregunta sobre sus intenciones de bajar de la contienda, Didier Blanco fue enfático: «Mire, yo no me metí en esto, para satisfacer las necesidades de los mismos de siempre. Yo estoy tratando de enamorar a ese ciudadano que no vota, a ese ciudadano que está mamado, a ese ciudadano que no hace sino echarle la madre al celular criticando todo lo que pasa, pero nunca se atreve a votar.»
Luego, abordó la relación con otros candidatos, incluyendo a Jorge Bolívar, quien también reconoció en Blanco una campaña transparente y diferente, «Simplemente hay una diferencia por cada candidato. Yo tengo muy buen concepto, por ejemplo, de Renzo. Jorge lo único malo que tiene es el Barretismo, pero también sin el Barretismo también estaría ahí.»
La entrevista se tornó más intensa cuando se abordó el tema de las acusaciones donde supuestamente él había dejado en quiebra la Gestora Urbana y la Unidad de Salud, defendió su labor y señaló que la dificultad financiera de la USI se debía a problemas estructurales en el sistema de salud.
«Yo fui el empleado de la alcaldía de Ibagué, el alcalde solamente es el nominador primero yo no estuve yo no arranqué la administración con él recuerden que yo llegué cerca de nueve diez meses después por una entidad que estaba a punto de liquidarse una entidad que no funcionaba. En la Gestora Urbana yo sí llegué a trabajar, yo llegué hacer las cosas bien, él es el que no las ha hecho. Esto estaba más quebrado que un bulto de canela, embargado, tenía dos embargos, no había plata para pagarle a los empleados, hoy la gestora todavía vive lo que yo dejé.
Yo estuve 70 días en la USI, arranqué el día que empezó ley de garantías y me fui cuando estaba en ley de garantías porque renuncie, me mame de las cosas que estaban ocurriendo. Y adivine, en ley de garantías está prohibido la contratación pública, entonces yo no pude contratar absolutamente nada».
«Las dificultades de las UCI es por la liquidación que se generan de las EPS, que se van debiendo a los hospitales públicos. Lo que le está pasando a los hospitales en Colombia. Lo que le está pasando a los hospitales en Colombia, realmente es así».
Sumado a ello, los recursos de libre destinación no se entregan a tiempo y pasa necesidades tanto la institución con los trabajadores, «El doctor Guillermo Alfonso Jaramillo en su momento dejó establecido un mecanismo para que recursos de libre destinación del municipio pasen a la USI. A fecha de hoy son más o menos como 12,000-13,000 millones de pesos y Secretaría de Salud pone muchísimas trabas para poder girar ese dinero, es un dinero que debe llegar más o menos en enero-febrero para poderlo distribuir durante los 12 meses y que haya una eficiente prestación de los servicios de salud, pero la Secretaría de Salud mama mucho gallo y eso los va mandando por ahí en junio, y entonces cuando se concentran los recursos sin gastarse, llegan en junio, lo que terminan es haciendo politiquería para evaporar esos recursos rápido y no para destinarlos a quien verdaderamente los necesita.»
Blanco reveló que se le había exigido sacar a los vacunadores que habían trabajado durante la pandemia, lo cual él consideraba injusto y un desprecio a quienes habían arriesgado sus vidas para salvar otras. Además, mencionó presiones y extorsiones en el sector público, «Primero, ella creía que la USI era una empleada de la Secretaría de Salud. Eso no es así. Yo me cansé de pedir los recursos para poder hacer una gestión eficiente y, como no los mandaron, pues, simplemente opté por renunciar. Eso aunado a que me dijeron que tenía que sacar a todos los vacunadores que, en su momento, en la pandemia, metieron el rabo, rabo que eran los que verdaderamente estaban arriesgando la vida, vacunando. Y cuando yo llegué, no que tenía que sacarlos, que porque ahora se iban a meter la gente de ella. No. Esa gente fue la que se salvó vidas. Esa gente fue la que aplaudimos como héroes inclusive. Y ellos siguieron trabajando ahí en la USI.»
Didier Blanco concluyó la entrevista con una declaración de confianza en su campaña y un llamado a la honestidad en la política, contrastando su enfoque con lo que considera prácticas corruptas de otros candidatos.
Esta reveladora entrevista con Didier Blanco pone de manifiesto un escándalo político en la campaña electoral de Ibagué que sin duda dará mucho de qué hablar en los días previos a las elecciones municipales. La candidata Johana Aranda enfrenta acusaciones serias que cuestionan su integridad y la gestión de recursos destinados a la salud pública en medio de una pandemia que ha afectado a la ciudad y al país en su conjunto. La ciudadanía de Ibagué tendrá la última palabra en las urnas el 29 de octubre, y la elección promete ser una de las más controvertidas en la historia reciente de la ciudad.