La indignación y el sentimiento de engaño embargan a quienes confiaron en la organización del concierto de Alci Acosta en Ibagué. Lo que prometía ser una noche de música y diversión se convirtió en un dolor de cabeza financiero para numerosas personas que adquirieron entradas para el evento que nunca tuvo lugar.
Una de estas víctimas, quien prefirió mantenerse en el anonimato, compartió su experiencia con nuestra redacción. Según relató, todo comenzó con la ilusión de asistir al concierto de Alci Acosta, evento que, según la publicidad, tendría lugar en el reconocido establecimiento Tereque. Sin embargo, tras realizar el pago correspondiente por un palco, que ascendía a un millón ochocientos mil pesos, las cosas no salieron como se esperaba.
«Pues en un principio yo deposité el dinero, fueron un millón ochocientos por el palco, se llamaba , No Renunciar, lo envié por David Plata y bueno, me mandaron un recibo de AS Producciones me contestó una niña llamada Yuli. recibieron el dinero y me mandaron un recibo, que también te lo envié para que confirmaras el recibo que me dieron del millón ochocientos». El día que era el concierto, septiembre 29 cancelaron el concierto, a ese número que te conté, nos dijeron, bueno, por favor envíenos esta información para devolver el dinero que por orden iban a devolver el dinero…»
El concierto fue cancelado el 29 de septiembre, dejando a los asistentes en la incertidumbre sobre la devolución del dinero. La víctima explicó cómo se estableció un proceso de comunicación con la empresa organizadora, donde se prometía la devolución del dinero mediante una serie de trámites que, al final, resultaron ser infructuosos.
Las promesas de devolución se convirtieron en una cadena de llamadas a diferentes números telefónicos proporcionados por la organización del evento. Desde Tereque hasta Line Eventos y Pass Line, cada vez que se comunicaba con una nueva persona, se le solicitaba nuevamente toda la información, prolongando la agonía de la espera por la devolución del dinero.
Inicialmente, se remitió a Tereque, allí el representante del establecimiento le dijo que el solo les había alquilado el lugar, que ellos pertenecían a la empresa Line Eventos, entregando toda la información y números de contacto. Al establecer comunicación le dieron varias vueltas y lo enviaron a Pass Line, lugar en donde lo remitieron de nuevo a Tereque.
«Y en PassLine fue todo diciembre, todo enero y en enero dijo que me iban a pagar y volvieron otra vez a darme la información de David Sepúlveda».
«tengo en total como unos diez teléfonos que ellos todos se botan la pelota y ninguno paga entonces ya me dice ok, ya estoy haciéndole confirmando para hacer la devolución del dinero que mi caso ya lo estaban averiguando a ver que paso entonces esa señora me alcanzo a contestar como unos diferentes días noviembre primero, noviembre tres, noviembre quince, noviembre ocho llegamos hasta diciembre once y ya otra vez se empiezan a perder otra vez ellos y una vez no me vuelve a contestar la señora «
La situación se volvió aún más desesperada cuando se descubrió que no era un caso aislado. A través de las redes sociales, otras personas afectadas por la misma situación comenzaron a compartir sus experiencias, confirmando que también habían sido engañadas y que la devolución del dinero era una promesa vacía.
«Después de tanto tiempo me dieron el dato otra vez de Davíd Sepulveda y pues ahí se quedó todo. O sea, ellos tres se botan la pelota y ninguno paga. En la carta que le envían a usted del pasado 20 de febrero, pues viendo el compromiso de pago, que le iban a hacer, al parecer, dos consignaciones, una con el 50% el 27 de febrero y la segunda consignación el 5 de marzo con el 50% restante. Dice que el señor David Sepúlveda Bejarano se encuentra en la ciudad de Bogotá.
El panorama se complicó aún más cuando, a pesar de los supuestos compromisos de pago, ninguna de las empresas involucradas cumplió con lo prometido. Incluso, ante la evidencia de los recibos de caja emitidos por la empresa, las respuestas evasivas y las promesas incumplidas continuaron siendo la tónica.
«Yo la verdad, cuando me envió esa carta con ese plan de pago, yo pensé que sí me iba a pagar, pero este señor se desapareció otra vez y pues ellos son los del Line Eventos, que es como la tercera compañía que se supone que era de los que estaba trayendo a los del concierto y él lo que dice es que el concierto no se realizó y que él tuvo que perder toda la plata porque a él le tocó pagarle a los que iban a cantar y que él es el que perdió todo el dinero.»
La víctima expresó su frustración al no encontrar una vía clara para presentar una denuncia formal. A pesar de la indignación y el deseo de buscar justicia, la falta de claridad sobre cómo proceder en estos casos dejó a las personas afectadas en un limbo legal, mientras las empresas involucradas continuaban operando sin consecuencias.
«¿Ustedes han hecho algún tipo de denuncia ante la fiscalía? No, pero es lo que va a tocar, ya que no responde ninguno, pero el problema es eso, no sé a quién toca dirigirse uno, entonces es como si fuera algo en papel, si te das cuenta no hay ninguna dirección ni nada, no sé la verdad cómo, con quién o qué es lo que tendríamos que hacer, porque no soy el único, lo que te digo es mucha gente que no le han querido volver el dinero.»
En un último intento por obtener respuestas, se intentó contactar al señor David Sepúlveda Bejarano, identificado como una de las personas responsables de las devoluciones, pero sus respuestas evasivas y su desaparición repentina dejaron a las víctimas en la misma situación de incertidumbre y angustia.
