«Gracias a todos»: Papa Francisco desde el balcón de hospital antes de su salida

Reapareció ante tres mil fieles en la explanada del Hospital Gemelli, donde oraron por su recuperación durante 38 días. Desde el balcón, con el rostro marcado, bendice con las manos en alto y esboza una sonrisa al escuchar: «¡Francisco, te queremos!».

«Gracias a todos», dijo el Papa con voz débil.

El papa centró su mirada en un detalle: la señora Carmela Mancuso, calabresa de 72 años, en primera fila, dirigiéndose hacia el balcón, con un ramo de flores amarillas en la mano. Salió de la estación de San Pedro para ir al Gemelli. Lo hizo casi todos los días desde hace más de un mes, pero también lo hizo muchas veces durante la audiencia general del miércoles.

Una salva de aplausos, un coro de «¡Viva el Papa!». La propia señora Carmela inclinó la cabeza hacia abajo arrastrada por el peso de las lágrimas. «No sé qué decir. Gracias, gracias, al Señor y al Santo Padre. No me creía tan ‘vista’», comentó inmediatamente después a los medios vaticanos. «Él tenía que dar la bendición y en cambio vio mi manojo de rosas. Le deseo una pronta recuperación y que vuelva como antes entre nosotros».

También hicieron votos por su salud los enfermeros, médicos y estudiantes de la Universidad Católica. Los fieles de distintas nacionalidades, la Cooperativa Auxilium que levantó una gran pancarta con banderas de todo el mundo y un llamamiento a la paz antes del mediodía.

Inmediatamente después de abandonar el balcón, la multitud se dirigió hacia la entrada del Gemelli para captar la salida del Pontífice en el habitual y ya familiar Fiat 500L blanco. Más saludos y coros acompañaron el paso del Papa en el coche, con las ventanillas subidas. La dirección es Santa María La Mayor, la basílica que ni una sola vez – tras un viaje internacional o una operación y hospitalización – Jorge Mario Bergoglio dejó de visitar para rezar a la Salus Populi Romani y agradecerle su protección.