Fabio Gallo y su hijo Maicol son bomberos del cuerpo oficial de Ibagué e hicieron parte de los héroes sin capa que combatieron el voraz incendio de la calle 19 entre carreras Cuarta y Quinta, que dejó pérdidas materiales incalculables, pero que por fortuna no dejó víctimas.
Padre e hijo estuvieron aportando lo suyo. Fabio lleva casi tres décadas en gestión del riesgo y su hijo comienza en esta actividad altruista y peligrosa. «Es algo impactante ver a mi hijo ingresar a un incendio porque uno se preocupa, porque es mi hijo, uno se impacta y se impresiona, porque uno siempre desea lo mejor para ellos», dijo Fabio.
«Es aterrador todo eso se lo pongo en la mano de mi Dios que me lo proteja y me lo cuide», añade.
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Fabio Gallo pertenece al cuerpo de los oficiales hace aproximadamente 8 meses, «pero todo este procedimiento de gestión de riesgo y en atención de emergencia llevo más de 30 años laborando», agrega.
Por la magnitud del incendio de la calle 19, tanto padre e hijo, y todo el equipo de Bomberos oficiales de Ibagué trabajó en el lugar. «Tengo el gran orgullo en este procedimiento el tener a mi hijo, también, en esta institución, él pertenece al grupo de apoyo», anotó el bombero.
Por su parte, Maicol afirma que decidió ser bombero porque creció admirando a su papá que trabajaba en ese tipo de gestión del riesgo. «Un amor muy grande que le tengo desde muy chiquito, porque crecí viéndolo trabajando, apoyando, salvando niños chiquitos, viendo lo feliz que se ponía al salvarlos», comentó.
«Me motivó mucho de corazón y aquí le estoy dando al tema, a la vocación que mi papá siguió y a mí también me está gustando el tema de héroes sin capas», expresó el joven.
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