Según relatos de los testigos, el caos se desató alrededor de las 3:00 a.m., cuando el fuego tomó fuerza en la calle Cuarta, entre las Carreras Quinta y Sexta. Las llamas, alimentadas por la oscuridad de la noche, devoraron todo a su paso, reduciendo a cenizas los hogares de quienes alguna vez los llamaron refugio.
La alcaldesa de Natagaima, Astrid Pava, describió la escena como un acto de desesperación y valentía por parte de la comunidad: «La comunidad atendiendo un incendio que se presentó. Un incendio estructural aquí sobre la calle Cuarta entre Carrera Quinta y Sexta en nuestro municipio de Natagaima. Ese incendio fue dentro de las 3, iban a ser las 3 de la mañana. Menos mal la comunidad se movió rápido.»
La rápida respuesta de los organismos de socorro fue crucial para contener la tragedia en su peor momento. Andrea Mayorquin, directora de Gestión del Riesgo del Tolima, destacó la coordinación entre los bomberos y socorristas de los municipios del Guamo y Natagaima, así como el apoyo invaluable de la comunidad local.
«El rápido reporte a la Sala de Radio de la Secretaría de Ambiente y Gestión del Riesgo permitió la respuesta rápida de bomberos y socorristas de los municipios del Guamo y Natagaima», explicó la doctora Mayorquín. «Junto a la comunidad residente en el sector, lograron apagar las llamas y evitar una tragedia mayor.»
Sin embargo, a pesar de los esfuerzos heroicos, el incendio dejó a su paso pérdidas devastadoras. Dos viviendas quedaron reducidas a escombros, junto con los objetos y recuerdos que alguna vez albergaron. Una mujer anciana, residente en una de las casas, tuvo que ser evacuada de emergencia antes de que el fuego consumiera por completo su hogar.
«Agradecemos mucho a la Dra. Mayorquín quien atendió el llamado y nos ayudó a ubicar los bomberos del Guamo y del Espinal», expresó la alcaldesa Pava, destacando la solidaridad y el trabajo en equipo en medio de la adversidad.
Ahora, mientras el amanecer tiñe el cielo de Natagaima con tonos dorados, la comunidad se enfrenta a la tarea monumental de reconstruir lo perdido y sanar las heridas causadas por el fuego. Sin embargo, en medio de la tragedia, queda el recordatorio indeleble del poder del trabajo conjunto y la solidaridad en los momentos más oscuros.
