Los críticos advierten que alrededor de 6 mil presos podrían salir de prisión en la capital colombiana si se aprueba el proyecto de humanización carcelaria. El Gobierno, por su parte, insiste en que no se trata de una excarcelación masiva, sino de un enfoque centrado en la justicia restaurativa. El debate se intensifica a medida que el proyecto avanza en el Congreso y genera preocupación en algunos sectores de la sociedad.
El proyecto de humanización carcelaria, presentado hace 40 días, tiene como objetivo modernizar y humanizar el sistema penitenciario en Colombia. Entre las medidas propuestas se encuentra la concesión de beneficios penales y la posibilidad de otorgar prisión domiciliaria a los condenados por un período máximo de 12 años. Actualmente, esta opción solo aplica a penas de hasta 8 años de cárcel.
Sin embargo, críticos del proyecto, como Óscar Ramírez Vahos, vicepresidente del Concejo de Bogotá, expresaron su preocupación por el impacto que esto podría tener en la seguridad de la ciudad. Según datos obtenidos a través de derechos de petición, se estima que más de 6.300 personas podrían deteriorar de estas medidas, y aproximadamente 4.000 de ellas están relacionadas con delitos de hurto calificado.
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Además del hurto calificado delitos, otros que podrían verse involucrados en los beneficios de excarcelación incluyen la extorsión, el tráfico y porte de estupefacientes, la violencia contra servidores públicos y la receptación. Esto ha generado preocupación en la sociedad, ya que algunos considerando que la amplitud de los beneficios podría poner en riesgo la seguridad de la ciudadanía.
Frente a estas críticas, el Gobierno nacional ha enfatizado que el proyecto no busca una excarcelación masiva. El ministro de Justicia, Néstor Osuna, defiende la justicia restaurativa como la verdadera solución. Según él, la cárcel, en su forma actual, no logra prevenir la reincidencia delictiva. Argumenta que la justicia restaurativa, donde el delincuente se encuentra cara a cara con la víctima y se le enseña a reconocer y rectificar su error, es más efectivo en delitos para evitar futuros.
Para Osuna, el objetivo es que el infractor comprende la gravedad de sus actos y se sienta culpable, no solo castigado. De esta manera, se espera que el individuo internalice la necesidad de cambiar su comportamiento y evitar volver a delinquir. Además, el ministro enfatiza que el sistema penitenciario actual genera resentimiento en los reclusos, lo cual no es beneficios para la sociedad en su conjunto.
A medida que el proyecto de humanización carcelaria avanza en el Congreso, el debate sobre sus implicaciones y eficacia continúa. Mientras los críticos expresan su preocupación por posibles consecuencias negativas en la seguridad ciudadana, el Gobierno sostiene que la justicia restaurativa es el camino hacia una verdadera transformación del sistema penitenciario en Colombia. La discusión sobre cómo encontrar un equilibrio entre la reinserción de los reclusos y la protección
