
Por esta temporada el mal manejo de la pólvora desencadena una serie de problemáticas que afectan el hábitat y ponen en peligro los animales silvestres. El ruido de las explosiones de los juegos pirotécnicos genera pánico y estrés en los animales, pues estos tienen los sentidos más agudos que los humanos.
Por esta razón, desde Cortolima hacemos un llamado para que en esta temporada se tenga mayor conciencia priorizando la seguridad y la compasión. Los estruendos y destellos afectan gravemente a nuestros amigos de la fauna silvestre. Aves, mamíferos y otros seres
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El biólogo de la Corporación Autónoma Regional del Tolima (Cortolima), Diego Páramo. Biólogo, explicó: “los fuegos artificiales pueden ser perjudiciales para los animales silvestres debido al ruido fuerte e impredecible que generan. Esto puede causar estrés, desorientación y pánico en muchas especies, afectando su comportamiento normal como la alimentación y la reproducción”.
Agregó el profesional que, “el humo y los residuos químicos de los fuegos artificiales pueden contaminar el aire y el agua, afectando negativamente a la salud de los animales y su entorno. El aspecto más preocupante de los fuegos artificiales es su impacto en la fauna, especialmente en términos de sonido. Las explosiones repentinas y el estruendo atronador generan altos niveles de ruido, lo cual puede desencadenar respuestas de miedo y estrés en los animales. Desde mamíferos hasta aves y anfibios, diversas especies son susceptibles a la perturbación causada por estos estallidos”.
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Según el Biólogo, el miedo inducido puede afectar sus patrones de comportamiento, alterando la alimentación, la reproducción y la migración. Las aves, conocidas por su agudo sentido del oído, son particularmente vulnerables.
Por último, indicó que, “las explosiones de fuegos artificiales pueden interferir con las comunicaciones entre las aves, afectando sus procesos de apareamiento y poniendo en riesgo la supervivencia de crías en nidos cercanos. Además, el estruendo puede inducir a las aves a abandonar sus hábitats temporales, buscando refugio lejos de la fuente del ruido, lo que perturba aún más sus patrones naturales”.