El drama de Kira, una historia de abandono y negligencia en el CAPA
En las sombras del Centro de Atención y Protección Animal (CAPA) de Ibagué se teje una historia desgarradora de abandono y maltrato animal. En el centro de esta crónica está Kira, una perra que sufrió en silencio durante meses, víctima de una cadena de negligencias que revelan la urgente necesidad de reformas en esta institución.
Septiembre: El oscuro inicio La señora Asmed Quijano, ferviente animalista y protectora en Ibagué, recibió un reporte sobre Kira en septiembre. Abandonada en Ancón Tesorito, Kira había quedado a merced de un dueño ausente, un hombre que entraba y salía de la cárcel. La perra estaba encadenada, sola y desprovista de la vida que merecía.
Un residente del sector hizo el llamado de auxilio a la animalista, para que pudiera darle una mejor opción de vida al animal, puesto que, aunque el de daba permanentemente agua y alimento, el estar atada en una cadena no era vida para la mascota.
Asmed, con su corazón compasivo, se embarcó en una misión de rescate.
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La lucha por un hogar para Kira
La noble intención de Quijano de encontrar un hogar para Kira se encontró con obstáculos. A pesar de sus esfuerzos, no pudo asegurar un hogar de paso o de adopción. Ante la falta de opciones, recurrió al CAPA, la institución encargada de acoger perros de raza tipo pitbull por ley.
Alarma en diciembre: Un giro inesperado La tranquilidad aparente en diciembre se desvaneció cuando Asmed recibió una foto de Kira. La perra mostraba signos evidentes de malnutrición y heridas.
Las alarmas de Asmed sonaron, y la urgencia de intervenir se hizo inminente. ¿Qué estaba sucediendo en el CAPA?
Enero: El desgarrador encuentro El año nuevo trajo consigo una visita aterradoramente reveladora al CAPA. Azmed se encontró con Kira en un estado alarmante: flaca, huesuda, con heridas moradas y agitada. La perra yacía en el jaulón principal, junto a otros perros, luchando contra las moscas y el calor implacable. La veterinaria del centro intentó explicar la situación, pero las evidencias contradecían sus palabras.
El llamado a la acción Asmed
Consternada por el estado de Kira, no se conformó con la explicación insatisfactoria. En una entrevista, revela las deficiencias sistémicas del CAPA: falta de personal empático, recursos limitados y condiciones precarias para los animales. Exige un cambio urgente y la intervención de las autoridades locales.
La triste despedida La historia de Kira llega a su desgarrador final en enero, cuando la perra fallece en el CAPA. Asmed, con lágrimas en los ojos, comparte su experiencia, denunciando no solo la negligencia actual, sino también señalando que las carencias en la administración del centro perduran desde la anterior gestión.
El llamado a la reforma Asmed no está sola en su llamado a la acción. Pide cambios fundamentales en el CAPA: personal comprometido, controles más estrictos, mejores condiciones para los animales y una revisión profunda de las prácticas actuales. La crónica de Kira resuena como un grito de ayuda para los animales que dependen de la compasión y el cuidado humano.
La historia de Kira es un recordatorio impactante de la responsabilidad compartida en el cuidado de los animales. Mientras las autoridades locales toman conocimiento de esta situación, la ciudadanía espera cambios sustanciales en el CAPA para garantizar un trato digno y respetuoso hacia aquellos seres que dependen de nuestra compasión.
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