Tanto el oriente como el norte de Colombia están bajo amenaza por la ocurrencia de estos siniestros en zonas de bosques, cultivos y pastos, en departamentos como Bolívar, Boyacá, Casanare, Cesar, Córdoba, Cundinamarca, La Guajira, Guaviare, Vichada, entre otros.
Estas conflagraciones ocurren en periodos secos prolongados, como el que está viviendo el país desde mediados de diciembre y que tradicionalmente se prolonga hasta finales de marzo, cuando inicia la temporada de lluvias.
En total, son 443 municipios que tienen alerta roja (303), naranja (137) o amarilla (3), de acuerdo al riesgo. Esto quiere decir que más del 40 % del territorio colombiano podría verse afectado por igniciones, por lo cual las autoridades insisten en evitar las quemas o fogatas en zonas boscosas o rurales, pues podrían salir de control.