Los mismos, en las mismas

Columna de opinión por: El Ciudadano

Cuando hice un alto en el camino y me senté un instante a recordar desde la lejanía a este querido terruño, un mar de sentimientos encontrados me embargó.  No pude  dejar de pensar en tantos buenos momentos, tantos san juanes y san pedros en compañía de amigos, pero al tiempo, me estrellé con esa andanada de noticias despiadada que hacia desaparecer cualquier buen recuerdo.

Noticias no solo persistentemente desagradables, sino en su mayoría plagadas de verdades a medias y con muchos vicios, pues, al hacer un poco de análisis, podría uno pensar que se volvió una perversa manera de encender leña verde para que genere gran cantidad de humo y ocultar los verdaderos problemas de la tierrita: la falta de claridad administrativa, la popular desidia que pareciera cobijar a la mayoría de los funcionarios públicos de turno.

Verlos con esa mirada taciturna, solo motivados a dar explicaciones sobre esa humareda, pero con respuestas poco claras frente a la eficiencia de sus carteras o la falta de soluciones que transformen, los números que nos muestran solo evidencian, como algún día dijimos: Cambiamos de payaso pero el resto del circo son los mismos, muy hábilmente representados en cuerpo ajeno o en carne propia, haciendo gala de cómo no hacer ni dejar hacer nada para el bien de la cuidad.

Pero no sigamos llorando sobre la leche derramada, cada pueblo merece su gobernante, no en vano en Bogotá como mecanismo de rechazo  y tal vez  como una protesta en urnas alguna vez eligieron un humilde embolador, como queriendo llamar la atención desde la sociedad  a los políticos, pero poco resultado dio ese experimento.

También, lo intentaron escogiendo en tres oportunidades consecutivas opciones diferentes a las tradicionales –de la izquierda- y quedó claro que no por ser un buen orador, un crítico de oficio o un ardiente y pragmático anarquista se ostenta de facto la sapiencia y capacidad para ser un buen administrador público.  Lo que sí demostró esa opción es que tienen muy claro la combinación de las formas de lucha que respaldó por tantos años la filosofía de la guerra de guerrillas, la cual también tiene la posibilidad de evolucionar. Las diferentes muestras de los desatinos de gobierno esos gobiernos en la capital del país, en especial del último, no son más que los brotes incontenibles  de que,  por lo menos, él  sigue siendo leal a sus convicciones filosóficas y que debe,  en concordancia con su línea histórica de pensamiento, intentar demostrar que la forma actual de gobierno es la de un estado fallido y a fe que se esforzó en que en la capital fallaran todos los estamentos, colapsara el gobierno, y creo que son  innegables sus denodados esfuerzos . Menos mal no eran cinco años, como ahora proponen Santos y las FARC.

Reflexionemos en lo local. Que puede impulsar a alguien como el “Infelix”, que no tiene ni ha tenido angustias económicas, porque siempre ha vivido de pelechar en el sector público desde su padre a hasta estos días en puro estrato seis, y que ya está mega pensionado, para que se enrede con convenios amarrados, hacerle el quite a licitaciones.  ¿Será avaricia? ¿Necesidad de protagonismo?  ¿Valdrá la pena arrojar por la ventana lo logrado por hacer ese tipo de flacos favores a un amigo?  ¡Increíble!  ¿Qué pensarán los llamados gremios del Tolima? No se les ha oído musitar palabra alguna al respecto ¿se les daño el opinadero?

En lo departamental. Gran negocio político se le está haciendo al regente, pues con las constantes negativas a sus intenciones de invertir en infraestructura o similares en la ciudad, le quedó un bola-bola divino.  Le otorgaron la posibilidad de ir de comuna en comuna a prometer a comunidades, anunciar ejecución en vías y polideportivos, regalar sillas (hay un contrato por más de 2.000 millones de pesos para eso en el presupuesto departamental) con la total conciencia de que no lo va a poder hacer, pero con ello se queda con las indulgencias sin rezar los padrenuestros y de paso va reasignando recursos en el resto de municipios, pues acá solo promete  y promete pero nada  de hacer, así que puede seguir diciendo a todo pulmón que él sí quiere, pero no lo dejan.  Mejor dicho, como la anécdota del expresidente Turbay, recuerden que decía que le encantaba venir al Tolima, pues el primero que entraba le pedía una serie de inversiones, pero el siguiente le decía que no importaba que no le diera nada con tal que al que le había precedido no le diera, en conclusión, venir al Tolima nunca le costaba pues siempre se iba en tablas ¿les suena conocido?

En lo nacional. Ahí sí creo que están los mayores problemas con la muy bien elaborada “lista negra” que ahora tenemos donde cada semana encontraremos un nuevo capítulo y un nuevo nombre, necesariamente estamos jugando y comprometiendo la estabilidad de la nación, pero toma idea de divide y reinarás.  No se necesita ser un Nostradamus para avizorar que si no reaccionamos, tiempos oscuros se ven venir. Si a nuestros políticos tradicionales, uno por uno, les van a ir destapando hasta que lleguemos al último que ha participado en política en los últimos 50 ¿no será que ese es el caldo de cultivo perfecto?  La esperada oportunidad, el momento perfecto para que un o una populista de buen discurso (pero igual de corrupto a ellos) enarbole las banderas de la higienización de las costumbres políticas y revivamos a nuestro vecino país, y terminemos en manos similares a las de Hugo Rafael Chávez Frías.  Fuertes vientos y temibles tempestades atentan contra los estamentos y lo que finalmente está en juego es la estabilidad económica y social de este país, esperemos desde acá, desde la comodidad de estos suburbios, a ver que lo que observamos no se convierta en una fatídica realidad.

Ñapa: No será que la reforma política es solo el reflejo del profundo temor y angustia que les trasnocha de solo pensar que el expresidente Uribe sea formula vice presidencial de algún grupo diferente a ellos. Ya les demostró no hace mucho que aun sin poder político le copiaron más de 7 millones de personas.

Ñapa 2: Por qué con todos estos escándalos, que orquesta y celebra la izquierda nos podemos estar quedando sin candidatos libres de señalamientos. No sería extraño que se vengan fuertes campañas de denuncias en procura del desprestigio de oponentes, ya con Luis Alfredo Ramos los demostraron otrora, una buena denuncia y acabaron con su campaña; la pregunta es ¿no creen que este sería un gran candidato? Es el ave fénix que de las cenizas de la calumnia e injuria renace como una opción decente que devuelva la credibilidad a la clase política.  Y como ya está blindado para que este tipo de marrullas no lo vuelvan a afectar. ¿ Y si coincidieran programáticamente  y lograra que un Sergio Fajardo le hiciera la vicepresidencia?   Porque no soñar con este tipo de alianzas que convocan y unen tendencias alrededor de ideas que vayan en pos del beneficio común y en favor de todos los Colombianos.  Ahí les dejo.