
En la mañana de este sábado 14 de noviembre, cuando el equipo de futbol Boyacá-Chico se disponía a salir de la ciudad de Tunja hacia Bogotá, una mujer les impidió su salida ubicándose al frente del bus.
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La razón, una deuda que supera los $30 millones del equipo de fútbol y su dueño Eduardo Pimentel. Según la mujer, van 10 meses de retrasos con esta obligación y solo ha recibido excusas y largas.
“Hice el contrato con Nicolás Pimentel (gerente del club e hijo del dueño) porque a él le entregué la ropa, y Eduardo Pimentel tiene que pagar”, indicó Diana Rojas acerca de los uniformes del equipo que confeccionó y nunca le pagaron.
De acuerdo a lo que se ha podido establecer por parte de Ricardo Hoyos, presidente del club, el próximo martes 17 de noviembre sobre las 100:00 de la mañana, acordaron verse para llegar a un acuerdo.
Este es el relato de la empresaria afectada: