Actuando no como presidente del Congreso de la República sino como el más ampuloso pavo real de los jardines de la tribu de los marajás chuzones, Roy Barreras ha ordenado a nombre de las directivas de la corporación que la determinación adoptada por el pleno de las anteriores cámaras de senadores y representantes para elegir Contralor de la República, se haga no el 3 de agosto como había sido fijado, sino el 18 de agosto. Para ello, el médico acupuntólogo argumentó que no dizque puede elegirse al Contralor General de la Nación hasta cuando el presidente Petro no se haya posesionado, como si ese cargo fuera constitucionalmente dependiente del presidente. Si es un acto de lambonería, propio de los cortesanos que reciben favores inmerecidos de sus amos, hasta podría pasar.
Pero como se trata de la perpetración de un acto de truculencia política, el asunto puede agriar no solo la imagen del gobierno del Pacto Histórico sino descubrir que quien verdaderamente manda ,y ejercerá el poder en este cuatrenio, será Roy Barreras. Y digo que lo es porque públicamente Roy ha dicho que su candidata para auditar los actos del gobierno que comienza el 7 de agosto es la nortesantadereana María Fernanda Rangel, quien no fue de las más destacadas en los exámenes clasificatorios, pero que cuenta con el visto bueno del actual Contralor, pereirano de marras, y llega a la elección como cuota del exsenador y exministro Juan Fernando Cristo y por ende del expresidente Santos, tan bien correspondido en las cuotas ministeriales que Petro está repartiendo a nombre del Pacto Histórico y a costillas de los que la sudaron por él durante toda su campaña, y que ya los tienen olvidados .
Probablemente habrá algún abogado que entutele la medida del pavo real magnificado que preside el Congreso colombiano y hasta se le obligará a respetar una determinación del pleno y a no cambiarla por una simple carta pública de las mesas directivas. Quizás también ese cometido vanidoso de Roy ponga en calzas prietas al propio presidente Petro porque no solo buscaría arrebatarle la Contraloría a un candidato respaldado por el expresidente Gaviría, e imponer uno del clan de Santos y Cristo, sino que no se busque el verdadero control de los actos del gobierno como manda la ley, porque con María Fernanda Rangel tendría Roy una contralora de su bolsillo. Pero como también está a la espera del ejercicio de su poderío frente a los magistrados que deben fallar la constitucionalidad del ordenamiento para elegir Contralor, de aquí al 18 aspira
que el escaparate se caiga y haya que volver a barajar de nuevo para él hacer otra lista. Es el cambio prometido, pero a picotazos de pavo real.
Gustavo Álvarez Gardeazábal
El porce, julio 25 del 2022
