Este primer inconveniente estaría en la contratación de un Estudio de Impacto Ambiental. Según el ente de control, el proyecto ya contaba con un contrato desde el 2014 y en el 2017 se sumó otro por lo cual se estaría incurriendo en doble contratación lo que sería el que cause del detrimento patrimonial.
La Contraloría evidenció los siguientes riesgos
- Se advierte que no se guarda relación directa entre lo establecido en el POT respecto a la Primera Línea del Metro de Bogotá y la licitación que dio origen a la escogencia del contratista, puede generarse sobrecostos.
- El proceso de adquisición predial no garantiza que los predios adquiridos están ubicados sobre el trazado definido en el POT vigente generando diferencias que podrían convertirse en pagos innecesarios.
- De igual forma no se cuenta con una evaluación completa del costo total del proyecto que incluya los estudios y gastos realizados anteriores a la determinación de hacer el metro elevado.
Cabe destacar que el contrato de construcción y operación de la primera línea del metro se adjudicó en octubre pasado a un grupo de compañías chinas, integrado por las empresas China Harbour Engineering Company Limited y Xi’An Rail Transportation Group Company Limited.
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