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Indígenas y Usocoello: Conflicto en la represa de Usocoello por presunta destrucción y demanda de derechos

La represa de Usocoello, ubicada en el sector de San Luis, se convirtió en escenario de un enfrentamiento entre la Guardia indígena del movimiento AISO (Autoridades Indígenas del Suroccidente) y el personal de la empresa.

Este incidente dejó graves consecuencias tanto para la estructura de la represa como para el medio ambiente.

Según Carlos Rojas, gerente de Usocoello, el pasado domingo se produjo una incursión por parte de los indígenas, quienes llevaron a cabo actos de vandalismo. «Ingresaron y destruyeron todos los materiales del contratista, arrojaron al río elementos y 50 bultos de cemento, dañaron una máquina, perdieron objetos y atentaron contra la represa, primero utilizando un taladro y luego intentando dinamitarla, aunque sin éxito», explicó Rojas.

Estos actos constituyen un ataque directo al medio ambiente, ya que de haber tenido éxito, se habría generado un gran daño al río, con el potencial de provocar una avalancha debido al nivel del agua. Además, más de 15.000 hectáreas de cultivos de agricultores pequeños que dependen del agua de la represa habrían quedado sin suministro.

El director de Usocoello también informó que los indígenas destruyeron por completo alrededor de 10 cámaras de seguridad, que transmiten imágenes a las oficinas de la empresa. Estas cámaras hubieran sido fundamentales para identificar a los responsables de los actos vandálicos.

 

Por su parte, Clara Chagualá, representante de AISO, negó rotundamente que las comunidades indígenas hubieran atacado las instalaciones. Según su versión, las comunidades estaban llevando a cabo una asamblea permanente y revisando los ríos, ya que el agua es considerada la fuente de vida para ellos. Chagualá explicó que estuvieron en el río donde se construyó la presa y cuestionó la forma en que se llevó a cabo el proyecto, ya que afecta gravemente a las comunidades indígenas y a los campesinos, cuyos cultivos y viviendas se han visto perjudicados.

Las opiniones y versiones sobre lo sucedido difieren entre ambas partes. Mientras Usocoello afirma que se trató de un acto de vandalismo que ponen en peligro la estructura de la represa y el abastecimiento de agua para miles de hectáreas de cultivos, los representantes de AISO sostienen que su presencia en la zona se enmarca en una lucha por la protección del medio ambiente y los derechos indígenas.

Las autoridades competentes deberán investigar los hechos y determinar las responsabilidades correspondientes.

 

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