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Tragedia en Anzoátegui: Derrumbe arrebata la vida de dos campesinos y deja un herido grave

En medio de la oscuridad y la lluvia, la solidaridad de la comunidad permitió el rescate de los cuerpos de dos víctimas de un alud de tierra en Anzoátegui, Tolima.

Una tarde que se volvió tragedia

Todo comenzó alrededor de las 3:30 de la tarde en Anzoátegui, norte del Tolima. Un vehículo tipo campero, marca Nissan, salió del casco urbano rumbo a la vereda Río Frío. A bordo viajaban tres personas: Héctor Santiago Muñoz, quien conducía, y la pareja conformada por Luz Dari Rico y Gustavo González.

En plena vía rural, sobre el sector conocido como La Batalla, un derrumbe los sorprendió. La fuerza de la tierra los arrastró, lanzándolos unos 20 metros hacia abajo, sepultando por completo el vehículo y a sus ocupantes. La tragedia ocurrió en una zona afectada por fuertes lluvias en los últimos días, lo que provocó deslizamientos constantes en las carreteras.

El silencio de la tragedia

Anzoátegui vivía su tradicional día de mercado. Nadie sospechó en ese momento que el deslizamiento había atrapado a un vehículo con personas dentro. La rutina siguió en el pueblo mientras la tragedia quedaba oculta bajo toneladas de lodo.

Fue solo hasta la noche, cuando los familiares notaron la ausencia de los viajeros, que comenzó la preocupación. La búsqueda arrancó de manera informal, pero fue un motociclista quien, en medio de la soledad y el frío de la noche, escuchó los gritos de auxilio del conductor herido. Eran ya las 9:30 de la noche.

Audio Agustín Arámbulo- Anzoátegui.

Un rescate a contrarreloj

Alertada por los llamados de auxilio, la comunidad reaccionó de inmediato. La solidaridad de los campesinos de Río Frío y de veredas vecinas, junto al cuerpo de bomberos de Anzoátegui, organizó un operativo improvisado. Con herramientas manuales, plantas de gasolina y una pulidora, comenzaron a luchar contra la montaña de tierra que cubría el vehículo.

John Jairo Montoya, director de la emisora Anzoátegui Online y líder comunitario, fue uno de los primeros en llegar. Relató que el rescate de los cuerpos empezó hacia las 8:30 de la noche y se extendió hasta la madrugada del siguiente día. La señora Luz Dari Rico fue la primera en ser sacada del amasijo de tierra y metal, trasladada al hospital local donde, lamentablemente, llegó sin signos vitales.

El drama bajo las latas

El rescate de Gustavo González, esposo de Luz Dari, fue aún más complicado. Fue necesario usar una pulidora para cortar las latas del vehículo y poder acceder a su cuerpo, en un esfuerzo titánico que terminó alrededor de la 1:00 de la madrugada. Al igual que su esposa, Gustavo había fallecido en el sitio del accidente.

Mientras tanto, el conductor Héctor Santiago Muñoz, único sobreviviente del siniestro, fue trasladado de emergencia a la ciudad de Ibagué en código primario. Los médicos lo ingresaron de inmediato a cirugía, luchando por su vida, aunque su estado de salud seguía siendo delicado.

La voz que rompió la noche

Según los relatos recogidos por Agustín Arámbulo, otro líder comunitario, el conductor habría perdido el conocimiento tras el accidente. Horas después, al despertar, en medio de la oscuridad y los escombros, logró gritar pidiendo auxilio justo en el momento en que pasaba un motociclista cerca de la zona del derrumbe. Este pequeño milagro permitió que fueran localizados después de casi cinco horas sepultados.

«Son cosas que uno cree que no pueden pasar, pero suceden», relató Arámbulo, refiriéndose al hecho de que un derrumbe alcanzara un vehículo y lo sepultara sin que nadie se diera cuenta en el momento.

Audio John Jairo Montoya, director de la emisora Anzoátegui Online

Dos vidas muy queridas

Las víctimas mortales, Luz Dari Rico y Gustavo González, eran conocidos y respetados en Anzoátegui. Eran campesinos trabajadores, personas humildes, amigas de todos en la vereda Río Frío y en el municipio. Su muerte dejó un profundo dolor entre los habitantes, que aún no salen del asombro ante la tragedia.

«El municipio hoy está de luto, nos unimos en oración por sus familias», expresó Agustín Arámbulo, visiblemente conmovido.

Lluvias que no dan tregua

Anzoátegui ha sufrido múltiples deslizamientos en los últimos días, afectando diversas veredas. La administración municipal, junto con la Gobernación del Tolima, ha venido trabajando en la limpieza de las vías afectadas. Un kit de maquinaria fue enviado para atender las emergencias, pero la fuerza de la naturaleza ha sido implacable.

Esta tragedia ha puesto en evidencia la vulnerabilidad de las comunidades rurales en temporada de lluvias y la necesidad de extremar precauciones en las carreteras veredales.

La solidaridad, un faro en la oscuridad

A pesar del dolor, el municipio de Anzoátegui demostró una vez más su espíritu solidario. El esfuerzo de los vecinos, el trabajo incansable de los bomberos locales y el liderazgo comunitario lograron rescatar a las víctimas y darles un último adiós digno.

Mientras el conductor continúa luchando por su vida en un hospital de Ibagué, la comunidad mantiene la esperanza y la fe, acompañando a las familias en su duelo y recordando a Luz Dari y Gustavo como lo que fueron: dos seres humanos ejemplares, cuyo legado de trabajo y amistad permanecerá en la memoria de todos.

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