Luego de presentarse un torrencial aguacero en la vereda San Antonio de Bocajá, Cundinamarca, cuatro personas quedaron atrapadas, en sus viviendas, las cuales se inundaron y se deterioraron a tal punto que se tuvo que pedir ayuda inmediata para el rescate.
Las personas tuvieron que ser rescatadas en esta zona que es de difícil acceso, por parte de la Cruz Roja, la Policía Nacional y la Defensa Civil. Las labores se ejecutaron de manera eficiente para el beneficio de las familias.
Una vez controlada la situación, se realizó un análisis de las pérdidas materiales para establecer las necesidades primordiales de la población afectada por el fenómeno natural y la Unidad Administrativa Especial para la Gestión del Riesgo de Desastres (UAEGRD), procedió a la entrega de ayudas humanitarias a las cinco familias damnificadas.
La Unidad de Gestión del Riesgo evaluó la zona, y constató que los terrenos están en alto riesgo, por lo tanto, no se descarta una evacuación de los muebles y enseres. No obstante, las familias que habitan allí piden medidas que solucionen de manera definitiva la situación.
“Agradezco a quienes hicieron posible la atención inmediata; a todos los cuerpos operativos y a la administración. Estaremos muy atentos para acompañar a estas familias”, aseguró el Alcalde de Bojacá, Jhon Molina.
La implementación de mejoras en los sistemas de información temprana, en articulación con los consejos municipales para la gestión de riesgo de desastres, ha permitido respuestas inmediatas más efectivas.
