El trágico incidente ocurrió el 25 de octubre de 2014, cuando fue agredido violentamente en un bar de la ciudad.
Desde aquel fatídico día, la vida de Juan Bernardo Mejía y su familia cambió para siempre. Los golpes que recibió en la agresión llevaron a que se le extirpara parte del cerebro, sumiéndolo en un estado vegetativo del cual no pudo recuperarse durante casi una década.
La noticia del fallecimiento fue anunciada por su familia a través de las redes sociales, con un mensaje lleno de tristeza y dolor. «Con profunda tristeza e inmenso dolor. Debo comunicarles el fallecimiento en el día de hoy de nuestro hijo y hermano Juan Bernardo Mejía Flomin. Dios lo tenga en su gloria», expresaron.
El caso de Juan Bernardo Mejía generó gran conmoción en Ibagué y llevó a la judicialización de los responsables de la agresión. Los primos Cesar Alejandro Troncoso y Mario Alejandro Troncoso fueron procesados por su participación en el brutal ataque que dejó al joven en estado vegetativo.
La familia de Juan Bernardo luchó incansablemente durante estos años por obtener justicia. En su momento, la madre del joven, Hilda Flomin, manifestó su descontento con el proceso judicial, señalando que los cargos iniciales de intento de homicidio fueron modificados a lesiones personales. La familia sospechaba de una posible influencia indebida en el caso.
En cuanto a las decisiones judiciales, Cesar Alejandro Troncoso fue condenado a 84 meses de prisión, aunque posteriormente se le concedió el beneficio de la casa por cárcel. Por su parte, Mario Alejandro Troncoso recibió una condena de 47 meses, pero aún se encuentra prófugo de la justicia.
El fallecimiento de Juan Bernardo Mejía Flomin representa una pérdida irreparable para su familia y para la comunidad de Ibagué. Su caso ha dejado en evidencia la necesidad de combatir la violencia y garantizar que los responsables de actos delictivos sean juzgados de manera justa y proporcional.
La memoria de Juan Bernardo vivirá en el corazón de quienes lucharon por él y en el llamado a construir una sociedad más segura y pacífica, donde los derechos de todos los ciudadanos sean protegidos y respetados. Descansa en paz, Juan Bernardo Mejía Flomin.