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¿Usas el método del Tiempo Fuera?

¿Usas el método del Tiempo Fuera? 3

De primera mano sé que son muchos los padres y profesores que utilizan este método. En la primera consulta que tengo con los papás de un niño y ante la pregunta que siempre realizo sobre que métodos utilizan para educar a su hijo, prácticamente a diario escucho decir (con un tono de inocente y amoroso orgullo): NOSOTROS USAMOS LA TÉCNICA DEL TIEMPO FUERA.

¿QUÉ ES EL TIEMPO FUERA?

Es una técnica para modificar el comportamiento de niños entre los 8 meses y los 12 años, con la cual se busca eliminar conductas que un adulto considera indeseables.

¿CÓMO SE APLICA?

Básicamente podríamos resumirla en tres simples pasos:

1. Una vez se presente la conducta inadecuada (quitarle el juguete a un compañerito o a su hermano), sin alzar la voz para que no suene a regaño, se le dice al niño: “No Miguel, no puedes…” (Quitarle el juguete), y sin mostrar enfado se toma al niño sin decirle nada más y se lleva a un lugar que básicamente sea aburrido para que “reflexione”.

2. Después de que el niño está en el aburrido lugar que se le ha impuesto, no se le mira, ni se le habla durante el tiempo indicado. Cuando el niño deja de llorar se lleva nuevamente al lugar del que se retiró.

3. Si el niño llora de nuevo se reinicia la maniobra.

¿FUNCIONA?

Funciona de maravilla si lo que se busca es fabricar niños sumisos que obedezcan ciegamente a la autoridad y que sean expertos en reprimir sus emociones.

¿POR QUÉ NO LA RECOMIENDO?

Porque es cruel castigar a un ser humano sin previo aviso, por un tiempo indefinido (pues si llora se reinicia la maniobra) y por una autoridad omnipotente que no da ningún tipo de explicación y que aparenta no estar molesta, es cruel que un ser humano no pueda decir nada en su defensa en ningún momento (es imperativo por ley dejar defenderse a un adulto ante una acusación pero ese derecho ¿sobra con un niño?) y es cruel que la única alternativa posible para poner fin a su tiempo de castigo sea dejar de llorar, hasta el criminal más perverso, una vez cumplida su condena tiene derecho a salir de prisión así no haya dejado de llorar o así no esté arrepentido.

Lo que logra el tiempo fuera es que un niño aprenda a reprimir sus emociones a nivel profesional, pues obligarlo a dejar de llorar cuando más ganas tiene de hacerlo es simplemente enseñarle a fingir y mentir correctamente, sobre todo mentirse a sí mismo, y a transformarse en un “objeto” sin personalidad al servicio de los deseos de otro. 

Quienes emplean el tiempo fuera se sienten de “avanzada” o “progresistas” al utilizar este método con sus niños pues creen honestamente que están dando un paso adelante hacia una educación más «humana» usando la indiferencia a cambio de los gritos y los golpes, cuando en realidad con éste método estamos avanzando hacia una forma más refinada de maltrato, hasta los autores de canciones populares tienen claro que (dentro de ciertos límites) “…el rencor hiere menos que el olvido”.

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