Uncategorized

Venezuela es el triste reflejo en el que nos podemos ver

Queriendo comparar el proceso comunista de Venezuela con la transformación que pretende el gobierno Santos en Colombia, encontramos una serie de similitudes que muestran que la hermana república es un espejo de lo que estamos viviendo.

En Venezuela se elige democráticamente el gobierno de Hugo Chávez Frías, quien prometía acabar con la corrupción política; en Colombia Juan Manuel Santos, llega a la presidencia y ofrece seguir con la Seguridad Democrática; en ambos casos los hábiles políticos, utilizan estos falaces argumentos para llegar al poder, convenciendo a su pueblo de que lo que ofrecen traerá beneficio para sus naciones.

Tanto en el caso venezolano como en el colombiano, encontramos que Chávez negaba que quisiera imponer un sistema socialista en su país, mientras Santos niega que quiera aplicar un modelo Castro-Chavista, sistema que ha venido implementando a través de los acuerdos con las FARC, que aplaude y apoya la dictadura en Venezuela.

La realidad indica, que tanto en Venezuela como en Colombia, alrededor de estos regímenes, se ubican grupos de personas que se benefician en perjuicio del pueblo, al que han llevado a la miseria, caso el de Venezuela donde personas como Diosdado Cabello o los hijos de Chávez se hicieron millonarios con el dinero que le quitaron a la martirizada Venezuela.

En Colombia personas cercanas al presidente, se han beneficiado de millonarios contratos, cuando el país está sumido en los escándalos de corrupción más vergonzosos de la historia.

En Venezuela para lograr mantenerse en el poder, primero Chávez y después Maduro, “compraron” a los militares, atendiendo indicaciones de Fidel Castro, a través de una famosa carta; en Colombia “amenazan” a los militares, con una justicia “especial” creada en la Habana, entre los Castro, las FARC y el gobierno.

Con la tolerancia de unos militares y la complicidad de otros, Maduro se ha mantenido en el poder, mientras los que no estuvieron de acuerdo debieron exiliarse. En Colombia es sabido que la gran mayoría de militares condecorados por acciones en combate, fueron retirados de la institución.

Para completar similitudes, debemos hablar de las facultades extraordinarias otorgadas al presidente Santos para la implementación de los acuerdos con las FARC, y la ley habilitante entregada a Chávez para legislar a su acomodo.

El camino de la amargura y desesperación, que emprendió Venezuela al creer que ese modelo político y económico era la salvación para enfrentar sus dificultades, con el paso de los años, se ha convertido en un sistema de exterminio del pueblo venezolano que sufre el rigor de una dictadura que no le ha permitido participar en unas elecciones libres para restaurar la democracia perdida.

En Venezuela nada ha servido para luchar contra la tiranía, pues más duro que la injusticia, es el silencio cómplice de gobiernos como el de Juan Manuel Santos, que a pesar de ser Premio Nobel de Paz, permite que Maduro viole los Derechos Humanos de su pueblo, mientras mantiene instaladas a las FARC en territorio venezolano.

Colombianos, Nicolás Maduro, el que mata a su pueblo de hambre y les niega la democracia es el garante de los acuerdos de “paz” entre el gobierno del presidente Santos y las FARC; abramos los ojos, porque con dolor en el corazón, debo decir que Venezuela es el triste reflejo en el que nos podemos ver.

Si queremos la verdadera paz, debemos decir NO más Santos, NO más Maduro y NO más FARC, porque esa triada son la representación de la tiranía de Venezuela, el desgobierno de Colombia y el terrorismo de la guerrilla.

FIN…

Deja tu opinion

Publicaciones relacionadas

  • https://cloudstream2036.conectarhosting.com:7096/stream?type=http&nocache=14
  • Música y Noticias